Tres errores en la transcripción de información
Nota: 7
02.3 Un mundo desigual
Nota: 7
02.3 Un mundo desigual
La globalización económica ha aumentado la riqueza a nivel
mundial. Sin embargo, esa riqueza no se reparte por igual, sino que persisten
las diferencias entre países ricos y pobres.
Los países según su
grado de desarrollo
Países ricos del Norte: pertenecen, fundamentalmente, a las
tres regiones más industrializadas del planeta (Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea y Japón, además de Rusia). Durante los últimos años, estas regiones han consolidado su hegemonía
económica y política, y han liberado la nueva sociedad del conocimiento y la
información. En estos países encontramos lo que se conoce como <<cuarto
mundo>>, que es la población que vive en situaciones de marginación,
desprotección y pobreza dentro de sociedades prósperas. En los últimos años, China ha dejado de ser un país
emergente para convertirse en una de las principales potencias económicas a
nivel mundial.
Países emergentes: se caracterizan por tener un nivel de industrialización aceptable,
incluso alto en algunos casos, pero que no se traduce en un crecimiento de las
clases medias con poder adquisitivo. Existen dos sociedades diferenciadas: una
pobre, mayoritaria, y otra rica, minoritaria. Estas naciones se caracterizan
por su debilidad política, la deuda externa y la corrupción. Ejemplos de estos países se dan, principalmente, en
Iberoamérica (Brasil, México…) y Asia. En África destaca Sudáfrica. Otros
países presentan mayor igualdad social, como los denominados tigres asiáticos:
Taiwán, Singapur, Corea del Sur y; en China, Hong Kong.
Países empobrecidos del Sur: la conquista de la independencia política, desde 1960, de
muchos países procedentes de antiguas
colonias europeas no ha conllevado, en la mayoría de los casos, un mayor
bienestar económico. Por el contrario, son estos países, en su mayoría
africanos, los que presentan un menor nivel de desarrollo. En algunos de ellos,
la pobreza es extrema. Varios mantienen todavía economías de tipo preindustrial
(Haití, Somalia), mientras que otros, como la mayor parte de los países árabes,
presentan un nivel mínimo de industrialización, pero con gran dependencia del exterior en comercio, inversión y tecnología.
Sus problemas se agudizan por el fuerte crecimiento de la población y los bajos
niveles de cobertura sanitaria y educación.
Países según su IDH
02.4 La cuestión
medioambiental
Uno de los principales efectos de las
aplicaciones científicas y tecnológicas ha sido la alteración del
medioambiente. A diferencia de las revoluciones industriales previas, durante
las cuales no se pusieron límites al impacto de las actividades humanas sobre
el entorno, hoy día existe una coincidencia distinta. Se considera que el desarrollo debe ser sostenible, es decir, que no agote los
recursos y que no resulte nocivo para el medioambiente.
Uno de los efectos más espectaculares
de la globalización es el relativo a su influencia en el clima. Según los
informes científicos de la mayoría de los organismos internacionales, se está
produciendo en la actualidad un calentamiento
global del clima. La fusión de los hielos del océano Ártico, la disminución
de los glaciares y el aumento de la desertización son evidencias que apuntan a
que se está produciendo un cambio climático.
En 1992, las Naciones Unidas
propiciaron una gran reunión internacional en Río de Janeiro que se denominó la
Cumbre de la Tierra. Allí se
establecieron como causas de la degradación medioambiental la producción de
componentes tóxicos derivados de la industria y el consumo de combustibles
fósiles (carbón, petróleo). Para paliar sus efectos, se propusieron como medidas
alternativas el uso de energías limpias o renovables y del transporte público,
así como el consumo racional y equilibrado del agua. Esto propició un programa
de actuación en las ciudades denominado Agenda
21, que revisa el modelo urbano actual como principal responsable de la degradación
del planeta.
En 1997, mediante el Protocolo de Kioto, los países
industrializados, excepto los Estados Unidos y China, se comprometieron a tomar
medidas para reducir las emisiones de los gases que provocan el efecto
invernadero. En 2015 se reunió en París la XXI
Conferencia sobre el Cambio Climático, con el fin de alcanzar un acuerdo
para reducir las emisiones y evitar los efectos adversos del cambio climático.
Durante la Conferencia sobre el
Cambio Climático de París (2015), diversas movilizaciones de la sociedad civil
exigieron medidas concretas y urgentes para solucionar el problema
medioambiental.
El Ártico se derrite
Los efectos del cambio climático
pueden apreciarse, sobre todo, en los glaciares de los países del norte de
Europa, en el Polo Norte y en las masas de hielo flotante del Ártico, que están
retrocediendo en todos estos lugares. Además de la pérdida de biodiversidad que
ello supone, este fenómeno lleva asociados problemas que pueden afectar
directamente al ser humano: por ejemplo, la subida del nivel de los mares y océanos,
que pueden anegar amplias zonas costeras. Este deshielo se ha acelerado en los últimos
años y la mayor parte de los científicos y expertos en cambio climático señalan
como principal culpable al uso de combustibles fósiles.
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