1.2. 1 Otros conflictos y el fundamento islámico

Cuatro errores de transcripción
Nota: 6

OTROS CONFLICTOS

El mundo árabe, sobre todo el Magreb y el Oriente Medio, se ha convertido igualmente en un centro de gran tensión. Allí se combinaron durante décadas la pobreza y el analfabetismo de amplios sectores de la población con la ausencia de libertades impuesta por minorías dirigentes. Así, entre 2010 y 2013 se desencadenó la llamada Primavera Árabe, una oleada de levantamientos ciudadanos, en algunos casos de carácter laico, con aspiraciones democráticas que, desde Túnez, se extendió a Egipto, Libia, Siria y Yemen.

La Primavera Árabe

La expansión de la Primavera Árabe tuvo diferentes repercusiones según los países.

En muchos de estos países, aunque los dictadores fueron derrocados (en Libia, el propio Gadafi fue ajusticiado en plena contienda), los procesos de cambio resolvieron sin una efectiva democratización. Además, se constata una creciente influencia de organizaciones islámicas radicales, como los Hermanos Musulmanes en Egipto. En el caso de Siria, los levantamientos contra el régimen de Bashar al-Asad desembocaron en una larga y cruenta guerra civil, iniciada en 2011.

En Argelia, el Frente Islámico de Salvación (FIS) ganó las elecciones en 1992, pero las elecciones fueron anuladas, lo que desencadenó una guerra civil latente, en la que los islamistas radicales perpetraron numerosos atentados terroristas. El ejército respondió también con acciones violentas. Como resultado, más de 100000 personas resultaron muertas o heridas en la década de 1990.

En algunos países de mayoría islámica, como Turquía, existe una fuerte tendencia a compatibilizar la tradición islámica y los valores de Occidente. Así, el partido gobernante en Turquía es partidario de la incorporación del país a la Unión Europea. Al mismo tiempo, no ha renunciado a sus aspiraciones hegemónicas sobre el occidente asiático, con episodios como las matanzas de Kurdos, una importante minoría étnica reprimida por el Estado turco en el extremo asiático de su territorio. En la otra gran nación de esa región, Irán, las autoridades chiitas siguieron una política continuista desde la revolución llevada a cabo por Jomeini en 1979.

El continente africano es un territorio olvidado que sufre profundas desigualdades y crisis bélicas. Gran parte de los países descolonizados dependen económicamente de los países desarrollados, que imponen en ellos políticas neocoloniales. Carentes de instituciones fuertes y de infraestructuras básicas, muchos son “Estados fallidos” incapaces de garantizar una vida digna a sus ciudadanos.

Esta difícil coyuntura provoca que África se haya convertido en un área marginal dentro del mundo. La zona situada al sur del Sáhara, especialmente, padece una extrema miseria, agravada por dictaduras militares y conflictos civiles, a menudo de raíz religiosa o étnica. A finales del siglo pasado y comienzos de este, se han vivido graves crisis humanitarias en el golfo de Guinea (guerras civiles de Sierra Leona y Liberia, con el reclutamiento forzoso de niños), la franja ecuatorial (genocidio en Ruanda y Burundi) y el Cuerno de África ( hambrunas en Etiopía y Somalia; tragedia de Darfur, en Sudán). La violencia ha provocado, además, el éxodo de decenas de miles de refugiados.

Antes estos conflictos. Las Naciones Unidas han intentado mediar a través del Consejo de en Seguridad y sus fuerzas de paz, los cascos azules, pero el veto de las grandes potencias ha impedido la creación de un sistema jurídico compuesto por tribunales internacionales independientes para la resolución de conflictos.

Acuerdos entre Irán y Estados Unidos (2015)

El enfrentamiento que mantuvieron Estados Unidos e Irán desde la llegada al poder de Jomeini llegó a su fin tras los acuerdos firmados en Viena en 2015. Mediante estos acuerdos, Irán abandona definitivamente su estrategia nuclear y Estados Unidos levanta las sanciones contra este país que ya puede, entre otras cosas, vender petróleo en los mercados internacionales.

EL FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO

Tras el final de la Guerra Fría, en el mundo musulmán surgieron movimientos islamistas radicales que defendían una vuelta a los fundamentos de la religión islámica para resolver los graves problemas sociales y políticos de la zona. Impusieron para ello una única ley o sharia, según interpretaciones estrictas y, a menudo, violentas de los preceptos del Corán, por las que se aprueban castigos físicos como mutilaciones y lapidaciones, y se niega la igualdad jurídica y social de la mujer respecto al varón. En países como Irak y Afganistán existen grupos que practican una política islámica fundamentalista.

Los Talibanes

Este movimiento fundamentalista islámico de Afganistán nació a raíz de la guerra de este país contra la invasión soviética (1978-1989) en el contexto de la Guerra Fría. Uno de sus principales apoyos fue Estados Unidos, que vio en ello una oportunidad de contener la expansión soviética en la zona.

Terrorismo en el siglo XXI

El terrorismo consiste en el uso de la violencia para conseguir una serie de objetivos, normalmente, políticos. En la actualidad, es un fenómeno que se relaciona con la problemática de la globalización: los conflictos entre etnias y el fundamentalismo islamista. Este último es el causante de la mayor ola de atentados que sufre el mundo actual. Hoy día numerosos grupos fundamentalistas, muy radicales y hostiles hacia la civilización occidental, combaten con sus acciones la intervención de los países de Occidente en los países de mayoría musulmana. Sus atentados no solo se producen en los países occidentales, sino que sus víctimas más cuantiosas se hallan dentro de los propios países de mayoría islámica. Además, han conseguido un fuerte impacto global debido a las telecomunicaciones. Entre estos grupos terroristas destacan por sus acciones: Al Qaeda, el Estado Islámico y Boko Haram.

Al Qaeda: nacido en Arabia Saudí, estuvo dirigido por el saudí Osama Bin Laden. Este grupo ha sido responsable de varios atentados terroristas: en 1998 asesinó a más de 200 personas en Nairobi (Kenia). El 11 de septiembre de 2001 derribó las Torres Gemelas de Nueva York y atentó contra el Pentágono, en Washington, provocando la muerte de más de tres mil personas. Estados Unidos interpretó la agresión como una declaración de guerra e intervino militarmente en Afganistán, país que acogía supuestamente a terroristas. En 2002, un atentado en una discoteca de Bali acabó con la vida de 202 personas. El 11 de marzo de 2004, la explosión de varios trenes de cercanías en Madrid ocasionó 196 muertos, en el mayor atentado terrorista cometido en Europa. En junio de 2005, varias bombas en un autobús y en el metro de Londres costaron la vida a 52 personas. En 2007, varios atentados en cadena mataban a más de 400 personas en la zona kurda de Irak.

El Estado Islámico: nacido en Irak tras la segunda guerra del Golfo, es actualmente el grupo terrorista más activo. Utiliza internet y las redes sociales para cazar adeptos y difundir su propaganda. Se ha aprovechado de la guerra civil en Siria para controlar amplias zonas de este país. En 2015 llevó a cabo varios atentados. En enero, asesinó a varias personas en la redacción del semanario Charlie Hebdo, en París. En marzo de ese mismo año causó 23 muertos en el Museo del Bardo de Túnez. Su atentado más sangriento se produjo poco después, en noviembre, en varios puntos de París, donde murieron 137 personas.

Boko Haram: fundado en Nigeria en 2002, sus acciones se han limitado al interior de las fronteras de su país. En abril de 2014 secuestraron a más de doscientas alumnas de una escuela de la ciudad de Jibik, acusada de difundir una educación de tipo occidental.

Uno de los golpes más importantes al terrorismo yihadista fue la captura y posterior ejecución de Bin Laden por parte de miembros del ejército norteamericano. Bin Laden se había convertido en el terrorista más buscado del mundo. En la fotografía, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, con su gabinete de seguridad, sigue los hechos por televisión.

Una pareja contempla las muestras de cariño y solidaridad depositadas por la gente tras los atentados de París de noviembre de 2015.