Tres faltas de ortografía
Nota: 7
1.3 LAS POTENCIAS EMERGENTES
Nota: 7
1.3 LAS POTENCIAS EMERGENTES
Aunque las bases de la potencialidad brasileña se
asientan en los años noventa, el impuso definitivo lo dieron las dos presidencias de Lula da Silva
(2003-2011). Durante sus mandatos la economía dio un salto cualitativo al tiempo
que su política exterior adquiría
rasgos autónomos, buscando el multilateralismo, y se imponía como potencia regional.
Los objetos geopolíticos brasileños se han centrado
en dirigir la integración regional, desplazando la influencia estadounidense, y
en la diversificación de sus relaciones, buscando alianzas con países africanos
y asiáticos.
Rusia
En los años noventa, coincidiendo con los Gobiernos
de Yeltsin, Rusia padeció una grave crisis
económica motivada por la transición de una economía planificada a otra a
otra capitalista. El deterioro económico disminuyó su presencia
internacional, aunque conservó su
influencia en los países de su entorno.
En 1999 Vladimir
Putin accedió al poder e inauguró una nueva etapa, caracterizada por la
mejora económica y la estabilidad política. Si en política interior se impulsó
un creciente autoritarismo, en la exterior se buscó primero, potenciar el
multilateralismo y, después, recuperar el
antiguo rol de potencia hegemónica.
El antioccidentalismo y la confrontación guiaron la actuación rusa en la etapa
de Putin. El mejor ejemplo de esta nueva actitud se manifestó en la guerra de Chechenia.
Estos presupuestos han permanecido vigentes con
independencia de quién ocupase la presidencia de Rusia. Tanto Putin como Medvédev han mantenido los mismos
objetivos: conservar la hegemonía en su frontera occidental (Bielorrusia,
Ucrania, Moldavia). En el Cáucaso y en Asia central, y contrarrestar las
iniciativas de Estados Unidos. Un elemento de presión de Rusia son sus
exportadores de gas para Europa, que utilizó como arma en el conflicto
internacional desatado tras la anexión de Crimea en 2014.
1.4.
LA UE EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES
La Unión Europea no es un Estado ni tampoco una
nación. Sin embargo, ha elaborado directrices y creado instituciones para
aplicar una política exterior común. No obstante, su actuación ha estado muy
condicionada tanto por los intereses particulares de los Estados miembros como
por el frecuente alineamiento con Estados Unidos y la OTAN. Todo ello ha
dificultado la existencia de una verdadera política exterior coherente y unida.
La política exterior de la UE. Hace
diez, o incluso cinco años la UE parecía ser una potencia en auge. Estaba
integrándose económicamente, lanzando una moneda propia, ampliándose geográficamente
y aprobando nuevos tratados para crear unas instituciones más fuertes. Pero
ahora, si bien la Unión goza de respeto por su prosperidad y su estabilidad
política, ya no parece una potencia en ciernes. En muchos de los grandes
problemas de seguridad en el mundo, la UE es prácticamente irrelevante. Hablen
con la Unión, y a menudo se mostrarán mordaces. La ven como un bloque en una
potencia, pero no lo ha logrado porque se encuentra dividida, se mueve con
lentitud y está mal organizada.
A pesar de ello, la UE se ha constituido como una
potencia mundial, tanto porque es el primer
mercado mundial como por su
potencial económico y demográfico. Pero ese papel se ha expresado
mediante un << poder blando >> (soft power) que utiliza la
diplomacia, las relaciones económicas y las ayudas humanitarias como medios de
actuación. No se ha basado, por tanto, en el poder militar porque la UE carece
aún de una política de defensa común, aunque se ha creado una pequeña fuerza de
intervención rápida.
La UE tiene algunos problemas geopolíticos
importantes:
·
El establecimiento definitivo de sus fronteras. La adhesión de los antiguos
países comunistas del este de Europa llevó sus fronteras a las puertas de la
zona de la influencia rusa –Bielorrusia, Ucrania-, levantando las suspicacias
de Moscú. Por su parte, el ingreso de Turquía parece difícil, pues se enfrenta
a los recelos de países.
·
Las dificultades para el establecimiento de unas
relaciones estables con sus vecinos, tanto con Rusia como
con los países norteafricanos.
2.-LAS GUERRAS EN EL CAMBIO DE MILENIO
Desde la década de 1990, los conflictos militares se
han centrado en tres regiones. La primera de ellas es Oriente Medio, donde
destacaron las dos guerras del Golfo. En segundo lugar, Europa del este, donde
el hundimiento del comunismo provocó una eclosión étnico-nacionalista, que en
Yugoslavia y el Cáucaso odio lugar a durísimas guerras. Finamente, África ha
sido escenario de numerosos conflictos muy sangrientos.
2.1.-LA INVASIÓN DE KUWAIT:LA PRIMERA GUERRA DEL GOLFO
A principios de agosto de 1990 las tropas iraquíes
invadieron el pequeño emirato de Kuwait. Se iniciaba e primer conflicto grave
tras la Guerra Fría.
Las causas de la invasión de Kuwait por Sadam Hussein, que gobernaba dictatorialmente
Irak, fueron de diversos tipos:
·
Causas
económicas. La economía iraquí estaba totalmente arruinada tras la guerra
que el país había mantenido con su vecino Irán (1980-1988). Por ello, la
ocupación de Kuwait tuvo como objetivo obtener recursos financieros para
reconstruir Irak mediante la explotación del petróleo Kuwaití. Los problemas económicos y sociales
iraquíes. Después de un año de paz (tras la guerra con Irán), los ingresos
iraquíes por la venta de petróleo-unos trece mil millones de dólares- no bastaban
ni para cubrir las necesidades básica del PAÍS. Con unas importaciones de
armamento por cinco mil millones de dólares. Otros cinco mil para el pago de
los intereses de la deuda externa y mil millones más por la exportación de
divisas de trabajadores en Irak, el gobierno de Sadam necesitaba aún diez mil
millones de dólares al año para justar el déficit antes de empezar a reconstruir
el país.
·
Causas
de política interior. Aunque Sadam presentó el final de la guerra de Irán
como una victoria, la desastrosa situación en la que había quedado el país
hacía que necesitara un triunfo para acallar el descontento.
En agosto de 1990 Sadam Hussein comenzó la invasión
de Kuwait. El 20 de noviembre la ONU autorizó el uso de todos los medios
necesarios para obligar a Irak a retirarse de Kuwait. Este hecho permitió que
se formara una amplia alianza militar
contra Irak en la que participaron treinta y siete países dirigidos por
Estados Unidos.
Apoyando por la comunidad internacional, el
presidente estadounidense George W. Bush (padre) dio un ultimátum a Sadam
Hussein: DEBÍA RETIRAR SUS TROPAS DE Kuwait antes del 15 de enero de 1991. Poco
después de vencimiento del ultimátum comenzó el ataque aliado, la llamada Operación Tormenta del Desierto (1991).
La enorme superioridad militar de la coalición
permitió no solo desalojar a las tropas iraquíes del emirato, sino también
ocupar parte de Irak en algo más de cuarenta días.
Esta primera guerra del Golfo tuvo importantes
efectos en la política internacional:
·
La presencia de tropas occidentales en Arabia
Saudita, sede de los principales lugares santos del islam, alentó el desarrollo
del fundamentalismo islámico –
radicalmente contrario a su presencia-.
·
Reafirmó la hegemonía
militar de Estados Unidos frente a una URSS en crisis.
Tras el conflicto, el régimen de Sadam Hussein fue
sometido a un duro embargo económico y su espacio aéreo quedó controlado por
Estados Unidos y Reino Unido.
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